El Bastión fue construido en 1905 en estilo neorrománico, sobre la antigua muralla.
El nombre lo debe a ser la parte de muralla que defendían los pescadores en la edad media, aunque la función de la construcción actual nunca fue defensiva, sino ornamental.
Las vistas sobre la ciudad son magníficas: el Danubio, el Puente de las Cadenas, el Parlamento y Pest.
Plaza de los Héroes
La plaza de los Héroes está dominada por el Monumento al Milenio y frente a éste la Tumba del Soldado Desconocido.
Basílica de San Esteban
Es la iglesia más grande de Budapest con una cúpula que se ve desde casi toda la ciudad.
Construída entre 1851 y 1905, la basílica conserva la relíquia más importante de Hungría: la Sagrada Diestra, el brazo momificado de primer rey, que le dió nombre también a la basílica.
Ópera Estatal de Hungría
Sin duda es una de las construcciones cumbre de la serie de edificios que se encuentran aquí y de la época. Tras nueve años de trabajo, en 1884 se celebró la obra de inauguración.
La escalera y el patio de butacas del palacio, diseñados por Miklós Ybl, uno de los mejores arquitectos de la época, fueron decorados con los frescos de los pintores más famosos: Bertalan Székely, Mór Than y Károly Lotz.
Su primer director era Ferenc Erkel, pero durante años la dirigió Gustav Mahler, y Puccini dos veces puso en escena obras suyas aquí.
Entre los edificios ópera de Europa sigue ocupando un lugar importante.
La Noria Gigante del Prater
Viena es una ciudad llena de palacios, museos, teatros y huellas de su pasado glorioso. Pero uno de los símbolos más populares es la silueta de la noria gigante que se alza en el parque del Prater y que ha pasado a la historia por la famosa escena de la película ""El tercer hombre"" que transcurre en sus cabinas.
La veterana noria, diseñada por el ingeniero británico Walter B. Basset, de 61 metros de diámetro, una altura total de 64,77 metros y 430 toneladas de peso 430, resultó muy afectada por la segunda guerra mundial, que destruyó la totalidad de sus cabinas y su sistema operativo. Amorosamente reconstruida en los años inmediatos a aquella, sigue haciendo las delicias de vieneses y visitantes.
Otra opción es utilizar el Café-restaurante, que ofrece especialidades propias de la cocina vienesa tradicional: desde la famosa escalopa y el insuperable pastel de manzana, a los olorosos y excelentes cafés. Además de disfrutar en la noria, el visitante podrá deleitarse con el Panorama, un recorrido por la historia del Prater que se ha instalado en unos habitáculos réplica de las cabinas de la noria gigante.
El horario de funcionamiento de estas instalaciones es de 10 a 20 horas hasta el 28 de febrero, prolongándose dos horas más a partir del 1 de marzo y hasta el 30 de abril. Desde entonces hasta el 30 de septiembre, el horario se amplia de 9 a 24 horas.
Viena
Monumento a Mozart
Mozart decidió instalarse en Viena, la capital del Imperio austro-húngaro, a la edad de 25 años. Allí vivió los últimos 10 años de su vida.
Este período fue de gran productividad y creatividad para el compositor, impulsado por las ideas progresistas y humanistas del Emperador José II. En Viena, Mozart escribió sus mejores obras, entre ellas, las óperas Cosi fan Tutte, Las Bodas de Figaro y La Flauta Mágica.
Palacio Imperial de Holfburg
El Palacio Imperial de Holfburg es el castillo más grande de la ciudad de Viena. Fue la residencia de la mayor parte de la nobleza de la historia Austriaca, especialmente de la dinastía de los Habsburgo (durante más de 600 años), y de los emperadores de Austria y de Austria-Hungría.
En la actualidad es la residencia del presidente de la República austriaca. El Holfburg, es conocido, asimismo, como residencia de invierno, dado que el lugar de veraneo preferido por la familia imperial es el Palacio de Schönbrunn.
El palacio alberga el museo de Sissi y los salones imperiales, cuenta con 2.600 estancias, repartidas en 18 alas y está situado en la parte antigua de la ciudad, en el primer distrito, en los márgenes del Danubio.
Puerta de San Miguel
El Holfburg
Agudeza visual ¿Dónde está Sissi?
Reloj astronómico de Praga
Según la leyenda del escritor Alois Jirásek sobre el maestro Hanus, el original mecanismo del reloj astronómico del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga habría sido construido en 1490.
Los ediles cegaron después al maestro Hanus para que no pudiera construir una réplica del prodigioso reloj. Hanus se vengó:introdujo una mano en el mecanismo y éste se detuvo.
Sin embargo, los historiadores demostraron que el reloj astronómico de Praga había sido construído por Nicolás de Kadan a principios del siglo 15.
Praga
Reloj Astronómico
La Casa Municipal - Obecní Dum
Edificada entre 1905 y 1911, la Casa Municipal es un testigo mayor de la creacion artistica praguesa de la epoca. El resultado dabido a Antonin Balsanek y a Osvald Polivka, consiste en la juxtraposicion de varias tendencias. A su lado encontramos la Torre de Polvora.
El exterior de estilo barroco, la entrada pricipal protegida por una inmensa marquisa, obra maestra del arte del vidrio y de la herreria. Colgadas sobre ella dos alegorias de Ladislav Saloun representan El Desaliento y la Revuelta de la Nacion. Sobre el fronton oval brilla un mosaico titulado Homenaje a Praga.
Casa Municipal (Obecní dum)
La Torre de la Pólvora
La Puerta o Torre de la Pólvora se yergue en el sitio que originalmente ocupaba una torre defensiva de la primera mitad del siglo XIII - época en la que a la Ciudad Vieja Praguense se le otorgaron los fueros reales de ciudad medieval y fue amurallada.
Por aquel lejano entonces era denominada Horska Brana , y era una de las 13 torres que entonces tenían las murallas de la más antigua de las ciudades praguenses.
Por esta puerta tenían acceso a la Praga medieval las rutas comerciales procedentes de la ciudad real checa de Kutná Hora, Bohemia Oriental, y las procedentes de Polonia y del Báltico.
Torre de la Polvora
El significado de la praguense Puerta de la Pólvora - aún torre defensiva de las murallas de la Ciudad Vieja Praguense - aumenta a fines del siglo XIV, durante el reinado de Venceslao IV, quien en el lugar que hoy ocupa la Casa Municipal de Praga, aledaña a la puerta que nos ocupa, hiciera construir una majestuosa sede gótica para la Corte Real, a la que se traslada después de abandonar por un tiempo el Castillo de Praga.
Torre del reloj
La Plaza de la Ciudad Vieja y el Ayuntamiento
Desde que la Ciudad Vieja Praguense fuera amurallada y recibiera del soberano checo Premislita Venceslao I los fueros reales de ciudad medieval en 1230, su plaza mayor - la famosísima y no menos fascinante Plaza de la Ciudad Vieja - originalmente el principal mercado medieval praguense y encrucijada de las rutas comerciales desde el siglo XI, ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos y culturales del otrora Reino de Bohemia, y de la actual República Checa. Ha sido escenario de glorias y de tragedias nacionales.
En el patio del ayuntamiento fue ejecutado en 1422 el predicador husita Juan Zelivsky, y en 1437 también fueron ejecutados el husita Juan Rohác y sus 56 seguidores.
En 1458 fue electo Rey de Bohemia por los estamentos checos Jorge de Podebrady, y la placa conmemorativa y las 27 cruces del mosaico realizado en la acera de la fachada oriental del ayuntamiento nos recuerdan los trágicos acontecimientos de 1621: la ejecución de los 27 nobles, caballeros y burgueses checos que dirigieron la Batalla de la Montaña Blanca, en contra de los Habsburgo.
El Castillo de Praga
Los albores del Castillo de Praga se remontan a mediados del siglo IX, época en que comenzara a ser levantado como sede de la dinastía checa de los Premislitas, fundadora del Estado Checo. Ya entonces el Castillo de Praga - por aquellos tiempos una forticación de madera protegida por una empalizada - pasó a ser el centro político y cultural del país como resultado de la meritoria labor del primer soberano checo históricamente comprobado, Borivoj, quien alrededor del año 890 hace construir el primer edificio sacro de las tierras checas - la Iglesia de la Virgen María, de rito cristiano oriental.
Es que el príncipe Borivoj Premislita y su esposa Ludmila - posteriormente Santa Ludmila patrona checa - habían sido bautizados años antes por los monjes Cirilo y Metodio venidos de Bizancio en el año 863 para evangelizar estos territorios europeos.
Callejuela del Oro
Fue el rey de Bohemia Ladislao de Jagellón, quien en 1496 colocara las bases de lo que más tarde sería la Callejuela del Oro, al hacer construir un adarve en la parte norte de las murallas del Castillo de Praga, por encima del arroyo de Brusnice.
En la sección de las murallas que se extiende desde el Convento de San Jorge hasta la puerta oriental, el nuevo sistema de fortificaciones del año 1496 fue reforzado por dos torres para el emplazamiento de la artillería: la Torre Blanca y la Torre Daliborka.
Puente de Carlos IV
El praguense Puente de Carlos, que a través de los siglos ha sido testigo mudo de acontecimientos de importancia en de la historia del pueblo checo: desde la celebración de juicios, torneos de caballería y cortejos de coronación de los reyes checos, hasta batallas contra los invasores extranjeros, tiene 516 metros de extensión y casi 10 de ancho, descansa sobre 16 pilares y está hecho de bloques de piedra arenisca.
Muy típicas del puente de Carlos son las 3O esculturas y grupos escultóricos ubicados a lo largo de sus dos barandas, obras de eminentes artistas del barroco checo de la envergadura de Matyás Bernard Braun y Jan Ferdinand Brokoff. Entre las excelentes obras plásticas que decorna el puente de piedra capitalino figuran la de Santo Tomás de Aquino, el grupo escultórico de Santa Bárbara, Santa Margarita y Santa Isabel, la del calvario - que en el lugar donde ya en el siglo XIV se levantaba una cruz de oro - en el año 1696 fue decorada con una inscripción de oro en hebreo que a modo de multa tuvo que pagar un judío que estando de paseo por el puente se riera de la cruz.
También otras de las esculturas y grupos escultóricos que decoran y a la vez custodian el Puente de Carlos son las de San Cirilo y San Metodio, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Juan Bautista, San Juan Nepomuceno, San Antonio de Padua, San Adalberto, San Vito y San Venceslao. Muy popular es también la estatua de un caballero, situada en uno de los pilares del puente, correspondiente al mitológico príncipe Bruncvík, quien según la leyenda, con su espada liberará al pueblo checo en sus peores momentos.
También son muy numerosas las leyendas vinculadas con el famoso puente de piedra praguense.
Una de ellas reza que el puente de Carlos es el más firme de todos porque la mezcla que une sus piedras fue hecha de cal y de huevos, en lugar de cal y de agua.
Y como el número de huevos que producían las gallinas praguenses no alcanzaba para alimentar al pueblo y también pegar las piedras del puente, el rey Carlos IV decidió que todas las aldeas y ciudades de su imperio contribuyera con cierto número de huevos.
Se cuenta que la aldea de Velvary, cercana a Praga, no entendió muy bien la orden del emperador, y por temor a que los huevos llegaran rotos a Praga, los mandó cocidos, pero cocidos fueron a dar al puente capitalino.
Por espacio de largos siglos el puente de Carlos fue el único en extenderse sobre el Vltava en Praga, por lo que representaba una importante vía de comunicación entre las dos partes de la capital separadas por el río.
Con la llegada del transporte urbano por tracción, el siglo pasado, el puente de Carlos ve aumentar aún más su importancia. Pero los autobuses tirados por caballos son posteriormente sustituídos por tranvías eléctricos, que con su peso representaban un gran peligro para la estabilidad del puente, y que también terminaron por ser reemplazados por autobuses, más livianos.
Después de la reconstrucción general a que fuera sometido el puente de Carlos en la década del 70, el transporte fue desviado del puente y el monumento fue declarado zona peatonal.
Hoy en día, el puente es uno de los lugares más visitados por los turistas, y popular meta de los paseos de los praguenses.
La colina de Petrín
La colina de Petrín colinda con la zona del Castillo de Praga y una de sus laderas parece levantarse directamente del río Vltava.
La colina la reconocerían fácilmente, debido a que en su cima se levanta una torre con un mirador, réplica de la Torre Eiffel de París.
La colina de Petrín, que se levanta a unos 327 metros sobre el nivel del mar, está formada por un extenso parque al que los habitantes de Praga gustan dirigirse en su tiempo libre.
Los checos la apodan "la colina de los enamorados".
Plaza de San Venceslao
Originalmente, en el centro de la plaza praguense se encontraba una escultura del santo patrono de la nación checa - San Venceslao - del año 1680, obra del famoso escultor del barroco checo, Jan Jirí Bendl, que en 1879 fue trasladada al legendario castillo de Vysehrad praguense.
No fue hasta el año 1848 que el Mercado de Caballos cambió su nombre por el de Plaza de Venceslao, y la estatua ecuestre del patrono checo que le da nombre y la corona hoy, es del año 1913, obra del destacado escultor checo Josef Václav Myslbek.
Rodeando la estatua ecuestre de San Venceslao se encuentran las esculturas de los restantes patronos de las tierras checas: al pie de las patas delanteras del monumental caballo se encuentran Santa Ludmila - abuela del propio San Venceslao - y San Procopio, y junto a las traseras, Santa Inés Premislita y San Adalberto.
La Casa Danzante (Fred & Ginger)
La Casa Danzante es un famoso edificio deconstructivista situado en Praga.
Fue diseñado por el gabinete de arquitectos de Frank Gehry y Vlado Milunic en 1997.
Por su semejanza con una pareja de bailarines es también conocida como Ginger and Fred.
A pesar de su estilismo deconstructivista, se integra perfectamente con el resto de las edificaciones que conforman la rivera este del río Moldava.
El Teatro Nacional
En el punto donde convergen el Malecón Masaryk y la Avenida Nacional de la capital checa se yergue el majestuoso edificio de estilo pseudo-renacentista del Teatro Nacional, que desde su surgimiento ha sido símbolo de la identidad cultural y política de la nación checa, y testimonio de lo mucho que significó para los checos del siglo pasado, bajo el dominio de la monarquía Habsburga, el lema de: El Pueblo para Sí, que desde los orígenes del teatro destaca entre la decoración del escenario.
El monumental edificio de dos plantas del Teatro Nacional praguense, con su característico tejado en forma de artesa que evoca el antiguo edificio del Teatro Provisional, fue construido entre los años 1868 y 1881 según un proyecto del famoso arquitecto checo de la época, Josef Zítek, y después del incendio que lo convirtiera prácticamente en ruinas, fue reconstruído por el también arquitecto checo, Josef Schulz.
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Karlovy Vary
Desde su fundación en el siglo XIV, época en que recibiera los fueros reales de ciudad medieval, el balneario de Karlovy Vary ha sido lugar de cita de grandes personalidades de la cultura y la política mundiales.
Ya desde entonces muchos han acudido al lugar, en medio de colinas y bosques de inigualable belleza, en busca de salud, descanso, e incluso entretenimiento. Y nosotros ahora también nos dirigiremos al lugar en busca de un poco de todo eso y más, pues Karlovy Vary también abunda en monumentos, y no hay rincón de la ciudad que no transpire cultura y belleza.
Al parecer, los efectos curativos de las aguas minerales locales se conocían ya desde tiempos remotos, pero no es hasta la segunda mitad del siglo XIV que surge la primera población, gracias al rey de Bohemia y emperador romano-germánico, Carlos IV.
Según reza la leyenda, Carlos cuarto se encontraba de caza por aquella zona, donde tenía vastos cotos, y junto con la jauría y el séquito perseguía un ciervo. El animal, en su intento por escapar de sus perseguidores salta desde lo alto de un promontorio rocoso, cayendo en las termas que brotaban abajo, en el valle, donde quedó escaldado.
Así que fue por pura casualidad, que el soberano checo descubrió la fuente de agua mineral. Este hecho, ocurrido hace más de 6OO años, es evocado en el monumento con la escultura del ciervo, situado en la cumbre del promontorio desde el que cayera el animal, y desde la cual se nos ofrece una maravillosa vista panorámica de la ciudad al pie.
Desde que las prodigiosas aguas de Karlovy Vary ayudaran al rey Carlos IV a curar sus heridas de la batalla de Crecy, millares de pacientes, incluso extranjeros, han acudido al balneario en busca de salud.